El pueblo de Cómpeta es precioso, con mucha vida y la casa está super bien ubicada. Tiene todo lo necesario para estar tranquilos y, aunque no hay piscina, está el polideportivo municipal a dos minutos y la playa a media hora. El trato de Albert fue súper cordial y amable, muy atento en todo. Estábamos como en casa. Ideal para ir en familia. No encuentro nada que no me haya gustado, por poner una pega tonta, no encontré sartenes, pero igual fui yo que no busqué bien.